domingo, 27 de enero de 2013

[Sexear] Amamantar, ¿te importa?

@ItzelEguiluz


Después de una pausa en la columna retomo con un año complicado por delante. 

¿Alguna vez en la calle les ha llamado la atención una mujer amamantando a su bebé en público? ¿Qué piensan de la lactancia en el cine, en un restaurante, en un centro comercial o en la reunión familiar en casa? ¿Se han puesto a pensar en ello, les da igual, les molesta?

Lactar o amamantar debiera ser lo más natural, no debería de llamarnos la atención ver a una mujer “dando pecho” en un autobús o en un parque. Pero la sociedad “moderna” ha hecho que llegue a estar literalmente prohibido. 

Una sociedad, “moderna”, que ha terminado por prohibir el cuerpo; la mujer, y a veces el hombre, son objetos sexuales de placer, nótese objetos, porque sexualizados estamos todos de manera innata. Eso nos venden en los medio de comunicación, por lo tanto mostrar el cuerpo desnudo en público está prohibido, y aunque no lo estuviera nos da miedo, nos da pena, nos preocupa. 

Debido a ello se ha hecho famosa la muñeca inventada para esta última Navidad, la “breast milk baby” (http://thebreastmilkbaby.com), algo así como la “bebé que lacta”. Si buscan en la red encontrarán cientos de notas a favor y en contra, yo se los dejo a su consideración. A mí no me encanta la idea como tal, me parece llevada al extremo, ya que incluye un broche en forma de pezón al cual se conecta la muñeca.

En otras controversias recientes está el Mamatón, llevado acabo hace unas semanas en Costa Rica, debido a que en un conocido centro comercial un guardia de seguridad le indicó a una mujer, que amamantaba a su bebé, que estaba prohibido y que para ello había salas especiales. El resultado fue un ciento de mujeres amamantando a la misma hora en el mismo lugar.

Sobre el tema menciono que en México la palabra chichi, que se utiliza para decir senos, mamas, pechos, etc., sería igual a can o perro según algunos diccionarios, donde chichia, sería lo correcto. Así que sea chichi o chichia (depende donde se busque), la palabra es originaria del náhuatl y significa mamar. En el diccionario de mexicanismos se menciona que chichi es “voz malsonante”. Aunque no es una palabra que yo usaría, no entiendo por qué una palabra náhuatl, que significa mamar, sería una voz malsonante, en todo caso el contexto por diversas razones ha derivado en un uso, digamos, controversial. 

La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que el bebé lacte de manera exclusiva hasta por seis meses y después combinada hasta los dos años. Esto por supuesto sucede en el mundo ideal, pero al final es la recomendación actual. No imagino a ninguna mujer de clase media que tenga el tiempo libre para hacerlo. Aunque haya países como España, Costa Rica, Perú, entre muchos otros que tenga tiempo de lactancia en sus leyes hasta por nueve meses en horarios de oficina.

La OMS también menciona la importancia de que se le dé al bebé el calostro, que es la primera “leche” de la que el bebé deberá alimentarse; se genera al final del embarazo y durará entre dos días y una semana después del nacimiento. Esto no siempre pasa, debido a las políticas poco amigables de los servicios de salud, en donde el bebé se le quita a la madre después de nacer para ser lavado y alimentado a base de fórmula, en lugar de pasar tiempo a lado de la madre, ser amamantado con calostro y de enseñarle a la madre las técnicas adecuadas para hacerlo.

Retomando las controversias, en Estados Unidos las prohibiciones han llegado a tal grado que una mujer ha inventado el “Milk Truck” (camión de leche), un camión que va paseando por la ciudad para ofrecer a las mujeres un espacio amigable donde poder amamantar en caso de no poder hacerlo en su trabajo o en un restaurante.

Finalmente, sobre la lactancia como método anticonceptivo, según la “Guía para proveedores de salud sobre planeación familiar” se deben de cumplir forzosamente tres puntos para que sea útil: que el bebé tenga seis meses o menos; que la menstruación (sangrado) no haya regresado; y que la lactancia sea exclusiva o casi exclusiva (tres cuartas partes de la alimentación provengan de la lactancia, sea de día y de noche). Igualmente no está demás usar un método de barrera como condones masculinos o femeninos.

Al final cada una decidirá, si quiere o no hijos, y después cómo los alimentará. Si les dará o no pecho, cuánto tiempo, solo o combinado, si le dará biberón, etc. Todo dentro del sentido común, esperamos. Yo es probable que no lo hiciera, amamantar en público (aunque ya hay muchas ideas en el marketing del mundo del bebé), pero ese sería problema mío, y defenderé a cualquiera que pretenda amamantar en público.

jueves, 17 de enero de 2013

[Sexear] Masturbación con sus doce letras


*Escrito en octubre 2012

Este fin de semana llegué a México de visita, una de mis primeras escalas fue una boda donde  platicando sobre el tema de mi tesis, lo cual siempre tiene su encanto, salió a relucir el veto que existe aún en gran parte de la sociedad sobre la masturbación, en especial la femenina.

De inmediato recordé a Betty Dodson, una mujer norteamericana que ha dedicado su vida a enseñar a las mujeres a conocer sus cuerpos. Y es que parece que el tema de conocer nuestros cuerpos es uno de nuestros primeros problemas a abordar cuando queremos pensar en una sexualidad satisfactoria. Ella ha realizado innumerables talleres en donde enseña a las mujeres a conocer su cuerpo y a cómo producirse placer y confiar en ellas mismas al masturbarse. Comenzó su tarea de educación sexual cuando hasta sus 35 años pensaba que tenía una deformación en los labios vaginales, ya que no se había enterado de que eran perfectamente normales.

Resulta que como nadie nos habló en casa, o en la escuela, y hasta la ropa interior es un tabú dentro de muchas familias, pues no podemos esperar que se tenga la confianza en uno mismo para saber si quiera cómo somos. Uno de los primeros ejercicios que proponen tanto Betty Dodson como otros sexólogos, terapeutas y cualquier persona con sentido común es vernos en un espejo, tomarnos unos minutos de privacidad para conocernos. Conocer los labios, la vulva, la vagina y sobre todo el clítoris. Por cierto, a los hombres les digo que no estaría mal que también se observaran un poco más detenidamente.

A pesar de que la posición de Betty respecto a varios temas puede parecer un poco extrema, creo que es necesaria la participación de gente que esté dispuesta a enseñar a los demás que son libres y que su cuerpo es suyo; a enseñar que para poder tener una vida plena individual o de pareja sexualmente hablando, y no sólo me refiero con ello a un acto sexual en sí, debemos conocernos para sentirnos más seguros, más libres y mucho más confiados en nuestra vida diaria, con menos miedos y menos restricciones.

Cabe destacar que la religión no ha ayudado mucho a lo largo de la historia para que las personas se sientan cómodas consigo mismas. Al contrario, ha realizado prohibiciones y conseguido que sean temas que causan pena, miedo y vergüenza; técnicamente para la iglesia católica la masturbación es pecado.

Sobre la masturbación en específico existen demasiados mitos que no pienso retomar, pero quiero comentar uno que es “las mujeres no se masturban”. Esta concepción de género que viene de la “asexualidad” que se ha creado alrededor de las mujeres por siglos ha influido negativamente en el disfrute de su cuerpo. A pesar de ello en el Informe Hite, famosa encuesta que se realizó a 3,500 mujeres en 1976, ya indicaba que el 82 por ciento de su muestra se masturbaba con regularidad. Aunque muchas de ellas dijeron que nunca lo declararían en público. Coincidiendo los datos con una encuesta realizada en 2009, en El Salvador, donde se encontró que las mujeres tienen más actitudes negativas hacía la masturbación.

Dicen muchos y con razón que cómo vas a poder hablar con tu pareja sobre qué te gusta y qué no, si tú no lo sabes. Por cierto, que en esa boda platicábamos también sobre orgasmos vaginales, algo de lo que Betty Dodson se queja bastante y es que la minoría de las mujeres puede alcanzar un orgasmo vaginalmente, entonces, ¿por qué todo el mundo cree en el orgasmo perfecto que el cine y la televisión se ha esmerado en vender?

Así que, como todo, la masturbación es decisión propia, lo importante es que sepas quién eres, qué te gusta, qué prefieres y sobre todo que sepas que no es nada malo, a menos que como cualquier otra cosa se convierta en una adicción.

Serie recomendada: “Sex and the City” Temporada 1 Capítulo “The turtle and the hare” (con sus pros y contras, claro).